Aún no he contado cómo estuvo todo. Pero no sé si haga falta. No sé si me siento listo para eso.
Traté de arreglar las cosas y no me permitió hablar con ÉL, no me lo permitirá ya. Todo está dicho. Siento terrible cuando pasa a mi lado. Siento que mi corazón se detiene cada vez que pasa de largo sin hablarme.
Todos se preguntan qué pasa. Siempre han sido tan amigos ¿Qué pasa ahora? Y no. Todavía no estoy listo para responder eso.
Me he aislado. En mi casa preguntan que qué pasa y una sonrisa falsa se pone en mis labios para protegerme y seguir encerrado en mi burbuja. Putos exámenes. Malditos maestros. ¡Odio todo!
Este maldito sentimiento no puedo quitarmelo....
Extraño cuando mi blog era, por lo menos ñoño, pero no fatalista y visceral...
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