lunes, 28 de julio de 2008

¡Lo recuerdo como si fuera ayer!



¡Todavía lo recuerdo muy bien! ¡Aún recuerdo ese día en que mi ipod decidió pasar a mejor vida! ¡Bueno no! No se descompuso en realidad, pero la pantallita de mi ipod nano de 2a. generación valió chettos y creo que aún lo sigo pagando (¡Bueno, no lo sé bien!) Pinches aparatitos están tan chidos que sólo me hacen pensar que ¡Quiero otro! ¿Quién me regala un ipod para mi cumpleaños? (Pero no un shuffle (Sí ya lo sé que me pongo exigente pero pues mejor aclaro para no recibir algo que no quiera)) ¿No?

La imagen que acabo de encontrarme describe la escena a la perfección pero mi ipod no se rompío toditito. Debido a una caída muy extraña la pantalla se hizo un fractal acá todo bien chido, pero quedó lisiado de por vida(¡Oh que desgracia!¡Pobre tan pequeñito que era!¡Snif! ¡Snif!) Pero entonces terminé por desecharlo (Pero es que todo mundo se le quedaba viendo como bicho raro por tener una discapacidad ¡Pinches discriminadores!) y tuve que conformarme con el horrible reproductor de música de mi motorola Rockr E2 (que por cierto encontré en el camión sin chip y sin registro de nada). Estoy seguro que el mismito niño Dios me lo envío para remplazar mi pérdida tan grave y detener mi sufrimiento un poco...


¡Ok! ¡quiero un ipod!




1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola ghez, que chida imagen!! y que mal por tu ipod
Besos