miércoles, 9 de septiembre de 2009

Post polìtico.

Siempre he sido bien apolítico. Desde que estaba chavo crecí con la idea que la política era un mundo al cual nunca quería pertenecer. Mi familia siempre ha sido muy balanceada en cuanto a izquierda y derecha y por eso no tuve mucha influencia de un lado o del otro; y se toleran. Eso me gusta. No como los ultrizquierdistas que creen que el país no avanza sólo porque no perteneces a su lado. O como los ultraderechistas que creen que eres un neorevolucionario - guerrillero. Decía: soy apolítico, pero no ignorante ni pendejo.

Alguna vez alguien me dijo que la gente apolítica es pendeja porque es ignorante de la situación del país y que le da igual qué pase y que hay que tomar un lado y... y... y... Pero claro que no. No necesitas estar de un lado para saber cómo marcha el país. Tener una postura sólo te da visiones distintas. Pero no te hace menos ignorante. Además siempre he sido bien pacifista, goee, y eso de ponerse a discutir por qué ser de izquierda es mejor que de derecha y viceversa da flojera, porque a veces pasa como en la religión que no llegas a nada.

De repente me gustan muchas ideas de la izquierda y de repente algunas de la derecha; en la elección presidencial de 2006 yo voté por Patricia Mercado porque me gustaba su proyecto, más de "izquierda" pero no tan radical; porque voto por la gente y no por el partido y porque no creo en lo de "el menos peor"; me vale que sea un voto "perdido" como muchos dicen porque era imposible que ganara y porque su partido perdería su registro. Pero al menos no estoy arrepentido como mi mamá que votó por el peje y cuando éste perdió la cordura dejó de amarlo. O como mi papá que votó por Calderón y que cuando éste no le cumplió nada, se tragó sus palabras de que él era el mejor.

Cuando lo de la APPO en Oaxaca dejé de creer mucho en la izquierda. Porque politizaron el movimiento y dejaron que entrara gente revoltosa que volteó a los seguidores contra ellos. Dejè también de creer en la derecha porque satanizaron el movimiento.

La derecha e izquierda de México siempre se me han hecho mucho como de 1900. Por un lado los conservadores con una forma bien tonta de pensar de vez en cuando con respecto a muchas situaciones. El matrimonio gay, por ejemplo. Y los otros bien liberales, goee, y revolucionarios y que las armas y las manifestaciones y todo eso que sí "pega". Pero claro que tienen cosas buenas, no todo es malo, como plaqueta dijo en este post.

México es como un gran pedazo de tela que unos güeyes jalan hacia un lado y otros hacia el otro. Eventualmente llegará a romperse y valdrá madres de qué lado estás. México necesita de un acuerdo. No importando tu postura, necesita de un rumbo, que seguro jalando parejo con un objetivo fijo se podrá lograr. Cosas de aquí y cosas de allá bastan. Hacerlo se ve que está cabrón, pero no es imposible. Y si hay que entrarle a los chingadazos sí lo hago sin dudarlo, siempre y cuando no sea literal.








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