Es que tenía muchas cosas que decir y se le acabaron las hojas a mi diario, jejeje.
En realidad estaba yo sin mucho que hacer (algo bien raro vieran ustedes) y de repente pensé que la mejor opción era seguir el ejemplo de varios blogs que me gustaron. Contar a "alguien" lo que te pasa no está tan mal después de todo. Es como si le hablara a un psicólogo. Solo que el blog no me responderá ni maíz, pero tampoco me cobrará 400 pesos por entrada.
Siempre fui mucho de escribir todo lo que hago, en libretas, archivos de word o donde caiga entonces por eso creí que era buena idea. Porque aparte por si fuera poco:
- Un diario se ve bien puñalón.
- Una vez mi papá encontró un diario mío y pa' qué les cuento. Bien chismoso él se enteró de muchas cosas que no debía ver.
- Siempre pierdo las libretas
Entonces lo peor que puede pasar acá es que se me olvide la contraseña.
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