Hace unas cuantas semanas empecé a recordar a aquella primera persona que hizo latir bien fuerte mi corazón. En ese entonces como que me daba miedo "ese tipo de relación". Algo imposible según el punto de vista machista que heredé de mi familia y aprendí de la sociedad.
¡Super raro! ¡Primera vez que sentía lo que era querer a alguien! (O casi) porque yo mismo me lo impedía. Pero en el bachillerato como que aún no estaba listo (Tal vez era yo bien teto para eso y como que me importaba mucho aún todo lo que los demás pensaran).
Entre las cosas y pláticas de la fiesta del viernes recordé una canción que durante mucho tiempo me ofendía de una manera increíble y que ahora me da igual (Iván y Conchis saben a la canción a la que me refiero) y refiriéndome a una pregunta que Iván (un día le dedicaré a este muchacho un post porque vale mucho la pena) me hizo el jueves he decidido escribir este post.
¡Hoy salgo del closet oficialmente! ¡Bueno no! ¡Aparte como si alguien no lo supiera! Ya había salido, pero nunca había escrito un post acerca de esto.
Iván
* me preguntó -Oye ¿y desde cuándo te diste cuenta que eres gay? - Así de directa la pregunta y así de directa la respuesta - Desde siempre-
¡Y sí! desde siempre uno se da cuenta de lo que es y de lo que pasa consigo mismo. Pero el proceso es lo interesante, el mío como el de muchos yo creo fue raro y acá se los platico:
Desde que yo era niño sabía que algo andaba "mal" conmigo. Yo era más bien
asexual (Conchis deja me explico no te me vayas a poner mamona, já) cuando era niño, no me gustaban ni los niños ni las niñas, aparte que era yo un ñoñísimo. Pero aparte era yo un poco amanerado y con gustos bien raros y muchos niños me decían maricón, puto, marica, y toda la bola de palabras peyorativas que puedan poner acá. Entonces ¡imaginense el trauma!, en parte yo creo que lo de la
asexualidad viene de eso.
Cuando entré a la secundaria todo era un poco distinto, yo trataba de que la
jotez no se notara tanto, estaba yo así tan traumado que prefería aislarme de las gentesss para no ser "detectado".
En segundo de secundaria me fui a estudiar a Puerto Escondido y no sé si fue el calor o qué pasó que de repente no podía ocultar la cruz de mi parroquia y de nuevo no faltaban quienes usaran en mí de nuevo cuanto adjetivo fuera necesario para discriminarme por mis "actitudes raras". Fue tanto mi miedo creo que una vez, Axel, uno de mis mejores amigos en ese entonces me dijo
-¿Porque no te haces novio de Arianna? Tú le gustas- y yo
-¿Ah sí?- es todo lo que pude pensar. Y tooooooda la tarde me puse a pensar en eso y ¡A huevo! Al otro día que me hago novio de la Arianna así como para evitar que siguieran pensando mal de mí (que de repente lo seguían pensando) y pues para mi eso era bien nuevo, ¡hasta aprendí a besar con ella!
Y claro, mi primer beso fue con ella. Después la "relación" "no funcionó" ¡Já! y terminamos como amigos. Ya pues pasé lo que resta del año bien, pues tuve novia ¡No era puto! ¡Había algunos que ni novia habían tenido!
Ya para tercero me regresé a Oaxaca de nuevo y ese año fue chido (aunque es del que menos recuerdo). Y como
conté acá en mi salón habíamos tres gays. ¡Imagínense! Pero había dos que eran bien locas y como yo era el más macho de ellos, de mi ni decían nada.
En el bachillerato me volví a ir (¡Pinche inestabilidad!). Y lo mismo de siempre, insultos, discriminaciones, y cosas así. Pero esta vez ya me valían un poco más entonces trataba de ya no ponerme emo cada vez que me insultaban así bien feo. De repente por ahí apareció otra novia y shalalá shalalá pues no funcionó de nuevo. Historias, amigos, amigas, aventuras y desventuras.
Y sucedió que casi al final conocí a alguien (y todo fue tan pero tan secreto que muy pocos adivinarían, y muy pocos se enteraron) y fue como que mi primera "relación de a de veras" y todo fue bien chido, y empezó a valerme lo que los demás opinaran. Al final cada quien tomó su rumbo. Él al DF, yo a Oaxaca.
Después entré a una universidad media fresita, pero bien chafa y mi vida ahí transcurrió tan pero tan equis que creo que fui asexual durante ese semestre.
Después que me salí de estudiar ahí viene uno de los grandes momentos de mi vida (que no tiene nada que ver con lo que estoy relatando, sino que aprendí a cocinar) estuve de ocioso unos cuantos meses y después me metí a trabajar en esa tienda donde cuesta menos y surgió por ahí un pequeño amorío que no creo que se pueda establecer como un gran descubrimiento emocional. Pero sí fue algo lindo.
Y así hasta que empieza, el segundo capítulo de mi vida, jajajaja, ¡qué mamón!
Recién entrado a la escuela mera mera, pocos meses, y con algunos nuevos amigos, todo pasaba normal, cuando un día. No sé ni porqué, desperté diciendo -Soy gay-, -¡Sí!, -¡hasta hoy lo admito!
¡Y sí! apenas a los 19 años estaba aceptando mi homosexualidad. Todo un proceso de 19 años para aceptarme como era. 19 años para "no saber que lo era" pues ya lo sabía, sino para aceptarme y no importarme.
Ese mismo día decidí decírselo a alguien. Nydia me cautivó desde el principio y me inspiró toda la confianza del mundo y fue ella, la primera persona a la que se lo dije.
No importaba que lo supiera ya, no importaba que lo sospechara, lo importante era que yo lo decía, yo lo confirmaba.
Y así fue como empezó un largo proceso de aceptación. Porque a pesar que ya me había "aceptado" aún mi machismo me impedía hacer o decir ciertas cosas. Fue cuando conocí a G (mi primer amigo gay (porque los otros no cuentan, pues yo no estaba listo y no los consideré amigos)). Él me ayudó muchísimo con el proceso, me ayudó muchísimo a saber cómo pensar en mí y no en los demás. Siempre le agradeceré eso.
Yo estaba feliz con mi descubrimiento, y no por serlo sino porque ya no me importaba, ya me valía, pero y mi familia ¿Es necesario decirlo? ¿Nadie dice "papá soy hetero"? entonces ¿es necesario decirlo?. Pero sí. El ser o no ser hetero u homo no te define como persona, pero es una cosa tan importante de tu vida que es necesario compartirla con tus seres queridos.
La primera en saberlo fue mi hermana (quien me lo había preguntado mil veces anteriormente y yo lo negaba). Aún recuerdo perfectamente que se lo dije minutos antes de la cena de Navidad (já). Después el hecho de que ella lo supiera me sirvió muchísimo y ya no me importaba. Ya todos mis amigos lo sabían, ya no había que ocultar nada. Ya no era necesario tener novias para disimular algo que no soy.
Una vez en una plática con mi mamá surgió el tema, pero todo fue tan rápido que pensé que no había quedado claro y decidí no tocar el tema de nuevo ¡Tendrá que salir alguna otra vez! Y hace un año aproximadamente en una comida con mi papá y mi mamá (los tres juntos por segunda ocasión (que yo recuerdo)) Todo quedó aclarado de mi parte y ahora ellos lo saben.
Ahora el ser gay no representa para mí un peso como lo fue durante 19 años de mi vida, en los que cualquier insulto aunque no fuera hacia mí me afectaba. El que me preguntaran que por qué no tenía novia también o el simple hecho de ser señalado como un "rarito".
En el bachillerato me pelée con alguien a golpes por eso, no soportaba ser señalado como gay (¡Y sí! fue a golpes, no a cachetadas, ni arañazos ni mariconadas de esas).
A veces lloraba al llegar a mi casa por ser "raro" y los pensamientos suicidas que mencioné
acá no se debían a otra cosa más que a eso, querer ser "normal" y no poder serlo, sentirme atacado por todos, sentirme un defecto de la naturaleza y no valer nada en este mundo.
Recuerdo que una vez, Víctor, uno de mis mejores amigos me preguntó
-¿Y por qué decidiste ser gay?- y yo dije
-Bien lo sabes que vivimos en una sociedad machista, donde el gay es señalado y atacado ¿Tú crees que yo hubiera elegido ser gay si supiera que iba a sufrir?, si llovieran piedras en la calle y estás seguro en tu casa que haces ¿Acaso saldrías? Es lo mismo, quién quiere vivir en un lugar donde lo estén atacando si pudiera elegir algo más seguro.- ¡Así es señores! ¡Los gays nacen, no se hacen!
A veces me costaba trabajo imaginar que mi vida no será como yo la soñé muchas veces.
Casado, con hijos, y demostrándole a mi padre y sobre todo a mí que yo no soy capaz de cometer los mismos errores de la infidelidad, y lo importante que es para un niño tener a sus dos padres juntos (siempre que sea posible). Pero despertaba y me daba cuenta que a pesar de todo, a pesar de lo que no podré tener. Soy feliz como soy.
Estoy muy contento por el lugar en el que estoy. Ser gay me coloca en un lugar privilegiado. De entrada las mujeres nos tienen mucha más confianza que a un hétero, por el simple hecho de ser "más como ellas". Y los hombres al morder mucho su machismo y tragárselo pueden tener también a alguien en quien confiar pues "somos hombres al final de cuentas" y que los veamos llorar no les importa, total "somos más putos que ellos" ¡já!
La sociedad avanza y aún me falta mucho que aprender, madurar y vivir. ¡Pero soy feliz!
* Este muchacho es bien chido, directo, gracioso, alegre, amable, pero sobre todo un buen amigo.